¿Nos hemos parado a pensar en la cantidad de violencia a la que estamos expuestos a diario con tan sólo encender la Televisión?
Desde los inicios de la televisión, la violencia ha estado presente en la pequeña pantalla. Sin embargo, con el tiempo la audiencia se ha ido educando, y por mucho que digan que no les gusta ver ciertos programas basura presentes en la programación hoy día, no se mantienen en un canal a menos que haya morbo.
Muchos padres dejan a sus hijos viendo la televisión para ellos poder hacer sus obligaciones, pero deberían comprender que una niñera no puede ser reemplazada por un televisor. Los niños, sobre todo, menores de 12 años tienden a imitar todo lo que ven a través de esa pantalla y, si se trata de violencia, no sabrían distinguir si está bien o mal, porque si la difunden de esa manera por la pequeña pantalla, tan mala no será ¿no?
Grandes series de televisión como Los Simpsons -que se han mantenido en la cadena de Antena 3 como ya les hubiese gustado a muchas series- acogieron a una pareja de personajes que eran el pasatiempo favorito de Burt y Lisa Simpson: Rasca y Pica. Son un ratón y un gato que están en continuo afán por acabar con el otro, a modo de Tom y Jerry. Nos han dejado escenas graciosa como las que pueden a continuación y que a simple vista, son sólo dibujos, pero no pensamos en el mensaje que se les está enviando a los niños: que la violencia es divertida.
Si retrocedemos a los inicios de la cadena de Cuatro, un programa que suscitó mucha audiencia fue Pressing Catch de la WWE. Era emitido en horario infantil y a pesar de que sea una competición, los niños no cogen ese tipo de mensajes, sólo tratar de ser como ellos, los imitan.
Y sin irnos más lejos, mucho más reciente es la película estrenada el 20 de abril de 2012 basada en la saga de best-sellers de Suzanne Collins: Los juegos del hambre. La película fue censurada en Reino Unido por imágenes brutales en la versión cinematográfica, y aquí en España ocurrió lo mismo. Tiene un argumento desgarrador: la región ficticia de Panem la compone un Capitolio (quienes tienen el poder) y trece distritos sumidos en la pobreza. Tras la rebelación de estos distritos contra el Capitolio, este aniquiló el décimo tercer distrito. Como castigo para los otros doce restantes, cada año se convocarían un concurso televisivo llamado Los juegos del hambre en el que participarían un chico y una de entre 12 y 18 años de cada distrito para competir por el honor de su distrito y luchar a muerte. Si ganas, consigues comida para ti y para tu familia, pero de 24 concursantes sólo puede quedar uno con vida para ganar el concurso. Un argumento desgarrador y una crítica a a los tiempos de austeridad económica que estamos atravesando así como a los medios de comunicación, ya que difunden contenidos violentos a la audiencia.
Aquí tenemos la escena en la que muere Rue, una niña de 12 años que concursaba en Los juegos el hambre.
Pero como decía al comienzo de la entrada, no sólo estamos expuestos a la violencia sino al morbo. Los medios de comunicación hoy día no se cortan al describirte cómo murió un personaje reconocido sino que te muestran las imágenes del fallecido.
O la imagen del torero que ha sido atacado...
Son imágenes que hieren a la audiencia, los medios de comunicación deben informar de lo que acontece, pero tampoco deben mostrar imágenes tan impactantes como esas a las que estamos expuestos continuamente. En cierta medida, es también nuestra culpa, ya que no cambiamos de canal cuando esto sucede y esperamos que todo lo que se transmita sea similar. No obstante, nuestra obligación es luchar por un periodismo de calidad y no de entretenimiento.